lunes, 24 de noviembre de 2014

Cosas que las chicas gordis estamos cansadas de escuchar

A mí también me jode que me juzguen por ser así o asá, soy delgada y lo cierto es que estoy hasta los huevos, amo mi cuerpo tal cual soy (como os habréis dado cuenta no digo tal cual es porque ciertamente mi cuerpo no es algo ajeno a mí) y no hay un mínimo recoveco de mí que no sea para mí lo más bonito, lo más hermoso que ha existido sobre esta tierra, hasta lloro de alegría por el profundo amor, la pasión y la aceptación que tengo hacia mi cuerpo -mi ser-, no creo que mi cuerpo -mi ser- sea no sé como o no sé qué, ni creo que mi cuerpo -mi ser- podría o tuviera que ser de otra manera -si pensara eso no me amaría a mí misma, porque eso es lo que yo soy-, o pudiera tener algún tipo de cuerpo; lo cierto es que no hay moldes para cuerpos, no hay tipos de cuerpos más allá de la complexión y, si nos lo hicieron creer, caímos en un error demasiado grave, porque llegamos a disociar el cuerpo de la propia identidad. No hay otra posibilidad de ser de mi cuerpo -mi ser- que mi cuerpo mismo tal cual soy ahora, y es absolutamente perfecto por ser así y mío. No estoy delgada, no estoy muy delgada, no estoy demasiado delgada. Soy como soy y soy mi cuerpo. No me juzgues por lo que no soy; no me juzgues por tus juicios: no son los míos ni tampoco son mi cuerpo -lo que soy-. Cuando me miro al espejo no miro un cuerpo que podría ser de otra. Cuando me miro al espejo me veo a mí y soy inmensamente feliz. ¿Te ha pasado alguna vez? ¿Sí? Si es que no, no hables de mi cuerpo desde tus juicios -se quedan muy abajo-, porque nunca habrás experimentado la rotunda maravilla de ser tú mismo desde ese punto de vista, y que todo sea una fluida, sublime e inmensa alegría. Jamás lo entenderías.

-----------------------------------------------------------------------------

Uno de los grandes dramas de no entrar dentro de la norma (aqui lo voy a aplicar al peso, pero podría aplicarse a casi cualquier cosa) son los ataques de cuñadismo ilustrado que nos toca aguantar. La mayoría de las veces dicen que es “por nuestro bien”, peeeero ¿sabéis por dónde me paso yo este paternalismo absurdo? Pues eso: a palabras necias, oidos sordos. Seguro que estas frases os suenan a más de una y de uno.
1. “Mientras no adelgaces un poco mejor usa colores oscuros que estilizan más”. Ojo, el negro adelgaza, habéis descubierto la polvora. Pero ¡eh! los estilismos a lo Jóvenes y Brujas siguen de moda.
2. “Aunque estes gordita tienes un estilazo”. Gracias por la parte que me toca, pero hay una verdad universal que dice que con el estilo se nace, no se hace y esto es al margen del peso que tengas.
4. “Seguro que encuentras a un chico majo al que le gustes tal y como eres”. Cuanto daño ha hecho la mala traducción de esa frase de Bridget Jones. Me ha tocado explicar en más de una ocasión que mi Mark Darcy particular me quiere por lo que soy, no tal y como soy.
5. “Si Rosa de España pudo, tu también”. Comentario al que hay que hacer frente cada vez que Rosa sale en la tele, entonces solo te queda marcarte un eye roll y pedirle paciencia al universo.
6. “Te lo digo por salud, no por estética”. Y yo por salud te digo que te hagas mirar lo de tu gordofobia, gracias.
7. “Lo que te hace falta es cambiar de hábitos y un poquito de gym“. Un poquito de gym, un poquito de gym… claro es que como estoy gorda lo lógico es pensar que me paso todo el día tirada en el sofá tocándome el higo.
8. “Bueno mujer, tu no estás gorda-gorda, lo que pasa es que eres muy grande”. Gracias por tus bonitas palabras, es verdad, soy grande. Pero además de ser grande, estoy gorda. Fin.
9. “La chicas gordas sois muy agradecidas en la cama”. Patada voladora. ¡ZAS!
10. “Yo que tu no me pondría ese vestido, enseñas demasiado”. ¿Y? Enseño lo que me da la gana y estoy divina.
http://weloversize.com/

No hay comentarios:

Publicar un comentario