miércoles, 13 de agosto de 2014

La vaca

Me gustaría que supieras lo que se siente cuando tu cuerpo es utilizado, manipulado, cosificado, dividido, vejado, me gustaría que tú, sí tú, supieras qué se siente cuando esto pasa un día varias veces y otro día, y un día no, pero otro sí y también, y cuando este mensaje es recibido casi constantemente cuando pones un pie en la puta calle. No hablamos, nosotras no hablamos, lo damos por hecho a veces, pensamos que así son las personas en esta sociedad de mierda, pero yo ya estoy harta, me confronto en casa o en la calle con los hombres y con las mujeres sin seso, es cierto que no se lo cuento a nadie, ¿será por vergüenza? ¿Pero quién tiene que sentir esa vergüenza? ¿No tiene que sentirla el que te haga sentir de esta manera? La verdad es que nadie me ha tocado un pelo, no, no me han tocado, usualmente no suelen tocarme aunque también me ha pasado, o me he sentido agredida verbalmente. Qué respetuosa es la gente que no me toca, ¿verdad? A veces hasta disimulan (lo cierto es que si yo hago algo correcto no tengo que disimular ante nadie, ¿no...?) Lamentablemente os cuento que hay muchas formas de sentir miedo, hay muchas formas de violencia, de lenta agonía, de hartazgo, de cansancio y de ninguneo que se hace pasar por halago (no os enteráis, y es que os lo tomáis de la peor manera, etc.). De verdad, me gustaría que pudiérais sentirlo aunque fuera por un momento, porque así entenderíais lo que es ser tratado como una puta vaca doméstica. Si no lo entendéis todavía, si no véis vuestra parte grande o pequeña en esto, que os den por culo, que os den por culo a tod@s.

http://www.eldiario.es/zonacritica/Pilladas-doble-rasero_6_290180989.html

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