Nosotras
 creemos que en la actual sociedad nada ni nadie es más desgraciada en 
su condición que la infeliz mujer. Apenas llegadas a la pubertad, somos 
blanco de las miradas lúbricas y cínicamente sensuales de sexo fuerte. 
Ya sea de la clase explotadora o explotada. Más tarde, ya “mujeres”, 
caemos las más de las veces víctimas del engaño en el lodazal de las 
impurezas, o en el desprecio y escarnio de la sociedad, que no ve en 
nuestra caída nada, amor, ideal, nada absolutamente, más que la “falta”.
El amor libre (1896), Carmen Lareva.
El amor libre (1896), Carmen Lareva.
 
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