domingo, 10 de julio de 2016

El ritmo - I La sencillez


Si eres feliz, escóndete. No se puede andar cargado de joyas por un barrio de mendigos. No se puede pasear una felicidad como la tuya por un mundo de desgraciados.

Alejandro Casona




El hecho de aceptar incondicionalmente la vida me hizo dar de plano con la ofensa
entonces comprendí lo que era el respeto natural
y rechacé los actos innobles por amor -y no desde un desprecio-
ya era tarde
mas eso me daba igual
ya que yo actúo porque soy dichosa
y no para una recompensa ulterior

El hecho de ser feliz en toda circunstancia fue increíble -literalmente-
escribo porque no puedo ni podré comunicarlo
escribo porque no puedo dejarlo de pensar ya
una felicidad tal no se entiende, nunca se ha vivido
porque tan solo puede experimentarse
todo lo que vive carente de amor me ha buscado
todo necesita una luz semejante
para llegar a ser amanecer, ahora...
aún es temprano
he de ocultar lo que brillo a la vista corriente
he de darte la razón...

Cada acto de mí significa un mundo, mi belleza
reflejo es ya de la vida en su júbilo
las existencias pragmáticas son tristes, pobres
en cuanto a esta verdad
siempre supe que existe
nada ha podido engañarme
no lo he permitido...
sonreí:
perseveré

En tus mejores sueños
en tus mejores sueños
algún día
tú supiste que esto es cierto
¿por qué no has decidido seguir esa luz?

No importa que padezcáis la calumnia
o la más injusta e innoble crítica
tampoco cuántas veces hayáis errado
el corazón es la certeza que permanece, ahí
y solo viviendo desde ahí
reside lo que importó e importa
para él es evidente
él nos lo quiere mostrar con constancia
él es feliz cuando lo puedes observar
No temáis
ni el mismo cambio
es capaz de cambiar esto
y ni siquiera nuestro ego es más fuerte:
al corazón no le interesa que sostengas la opinión
-en realidad se ríe de eso
de toda tu dramática rigidez que encubre lo que importa-
lo que desea es mostrarte que es feliz







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