miércoles, 27 de abril de 2016

Después del crepúsculo



No hay lágrimas. ¿Por qué no lloras? ¿Por qué no gritas? Me merezco toda tu ira

De una adaptación de "Jane Eyre", de Charlotte Brontë



Cada momento en que te traté con dureza
tan solo fue para despertarte
cada palabra ininteligible para ti que pronuncian mis labios
tan solo está velada por tu propio velo
pero mi rostro siempre es un claro espejo de sonrisa indudable, detrás...

¿De qué nos sirven las ideas lógicas si nos impiden amar y percibir?
¿de qué nos vale tratar de ser felices en tales circunstancias?
¿para qué vivir contra una pared ante algo que aún no se comprende?
El único modo de mi amor es una renuncia
haberte dejado dormir si es que dormías
para la única e insólita esperanza de poder despertar al vivir
ante este mundo desconocido de desamparo y contraste
-oh, no temas...-

Sí, quiero que me duela, para notarlo...
para saber que no he vivido en vano
para saber que lo mejor permanece
porque vivir sin dolor y sin vida dormitando en olvido, ¿qué miseria es?
Qué tonta he sido
ante este mundo de tristes obsolescencias normalizables...
¿para qué tratan de intentar convencerse de ello?
Nada debo a tales valdíos paradigmas
¿para qué mover la boca y enhebrar palabra ante la nada?
que se fastidien todos ellos
(yo os juro que no lo haré
la pasión jubilosa ilumina mi memoria presente
no podrán conmigo
ni la televisión, ni el whatsapp, ni una rutina carente de alma
ni ninguno de ellos
van a lograr distraerme de mis recuerdos
de mi vida...)

Nada más me importa sino que pueda dolerme humildemente
aquello que me tenga que doler
no creo en una felicidad aséptica
No tengo miedo alguno a lo que siento
vete lo lejos que puedas necesitar
olvida lo que ha significado mi vida contigo
y el bello hecho de habernos conocido alguna vez
deja de preguntar por el pasado, que no existe
Con el pasado, dime, ¿acaso tengo yo que ver?
¿no ves? si solo existe la mujer que soy ahora...
No existen compasión ni recuerdo posible
Es lo último que puedo ofrecerte
además de cerveza y mesura

Entierra la misma vida bajo los huesos
para que no me vuelvas a encontrar
hazte a la idea de que he muerto y nacido de nuevo
yo te prohibo fieramente recordarme
No vuelvas a hacerlo...

No vine para algo que no quisiste
pues para la felicidad vine, y eso
no puede tener perdón
por más que ya te haya perdonado
Todo mi orgullo se basa en creer en lo salvaje y lo vivo
y no poder conformarme

Solo deseo que en tus labios no vuelva a florecer el infundio
la despiadada lógica que toda posibilidad viva mata
porque de nada vivo puede hablar
que florezcan en tus labios tan solo las flores y fresas salvajes
-en vez de a las palabras que van y vienen
se ha de saber saber escuchar al corazón
pues es el único sentido de las mismas-
Que te moleste lo que merece la pena y la alegría
que lo notes... pues te molesta porque estás vivo
que te pique de vida a tiempo una avispa loca
tal como a mí el día primero
que te contradigas en el mismo momento y ya no sepas y te alegres de tu resurrección

En todas las líneas que lees
allí han estado mi perdón y mis lágrimas
en todas la líneas que lees

Jamás me trates como si no hubiera sido ni fuera real
por favor, no vuelvas a atreverte a eso
porque lo único que tengo en este mundo es mi cuerpo, mi memoria, mi vida
y también sé que tienes un corazón que merece saberlo
sin peros...

No hay comentarios:

Publicar un comentario