miércoles, 9 de septiembre de 2015

El viaje - Alegría

No tenía alegría
era curioso
cuando te conocí pensé que no podrías comprenderme
porque tú nunca habías sufrido
-en el sentido estricto en que se sufre-
Yo te pedí entre lágrimas que lo pensaras entonces
-es muy fácil, supongo, decir un "sí" de subidón
recuerda, sin embargo, que amar no es solo un subidón-
Me explico:
cuando te conocí "llevaba ayahuasca en la sangre"
de haber estado vivísima al borde de la muerte
y sé que esa intensidad te arrastró
Mi problema fue que no pude explicarte
que tocarme era como tocar un arma
y jugar a la ruleta rusa
que tratar de amarme en ese estado
era subir al barco pirata de un parque de atracciones
y que yo solo quería parar y estar en calma
elegir tener un cierto orden, vivir tranquila
ir más adelante en el camino -contigo, claro, a ser posible-
Si te digo la verdad
aún no comprendo en qué estabas pensando
-tampoco ahora lo comprendo-
te dedicabas solo a mirar al cielo
y no había allí pájaros ni na...
-¿Pensarás, quizá, que amar es algo como eso?
Me asombraría de tu  nimiedad-
Es gracioso haber sentido esa brecha
Así que tú parecías el hombre alegre
y yo la mujer oscura...
a la que tú no podrías comprender
Me parece gracioso que tú
también te hayas caído al suelo

No tenía alegría
en ti vi solo una inmensa sonrisa alegre
me ceñí con una cuerda amarilla al tren
Es mi oportunidad de ser alegre -me dije-
dejar atrás mi pasado de tristezas -me dije-

No tenía alegría
pero contigo comprendí que tenía más que tú
me entristecía
que cada día no valorases la felicidad
me entristecía que la dieras por hecha
que se perdiera
¡jamás había vivido eso!
Antes de ti
había vivido con alegría no tener nada, por comprender
el hermoso valor de cada gesto que me faltó
jamás había vivido la tristeza de ver perder
una felicidad de abundancia sin enterarse
Descubrí que yo era un ser alegre
lo descubrí llorando
y cada día te compadecí
no me dolía mi dolor sino el tuyo, tu indolencia
el que tal vez a ti no te dolía
Yo me admiraba de que fuera posible...
Me había faltado tanta felicidad
que cuando la encontré a tu lado no pude encajar su pérdida

No tenía alegría
supongo que las vidas "normales" son así
supongo que no saben cuanto hay de extraordinario en ellas
supongo que personas que erraron por el mundo, como yo
sí pueden advertir esto

No tenía alegría
¿A qué me dediqué...?
A preguntarte por qué
y para qué, sobre todo
si es que no veías el escape de tu sangre por ese agujero rojo
Te dije en todos los dialectos que pude:
"¡tápate por dios esa hemorragia!
¡la vida se te va, se te está yendo, ahora!"
porque mi sangre
no lo podía creer...
¡Yo me tapaba los ojos para no verlo!
¡yo me tapaba los oídos para no oírlo!
sin embargo
traté por todos los medios de taponar la hemorragia
hasta que solo vi oscuridad

No tenía alegría
comprendí que antes de mí ya eras un hombre inconsciente de tu desgracia
que antes de ti
era una mujer inconsciente de mi felicidad
comprendí tu agujero

No tenía alegría
comprendí mi alegría

Aún no lo sabía...
Estar de buen humor no cuesta nada
y eso promete una franca sonrisa
pero yo quiero poder llorar

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