Pues sí, uso todo tipo de fuentes. Creo que todas estas parábolas hablan de la reinserción desde la ingratitud y la mezquindad inconscientes. No hay ningún mérito en intercambiar con las personas que ya tienen, sino precisamente en aportar luz a las personas que menos luz tienen, incluso a las personas que manifiestan su mezquindad. Yo no devuelvo nunca crueldad a la crueldad, puesto que la pobreza se alimenta solo de sí misma. Simplemente, otra persona no marca mi comportamiento con el suyo, soy libre de elegir el mío y ser como soy y llevo en el corazón. Eso es ser realmente digno y libre, así te darás cuenta de que un ser humano, al actuar así, no va en tu contra sino en contra de sí mismo. Actúa siempre como es justo para tu alma cuando lo sientas, independientemente de cómo actúen otras personas porque eso es lo mejor para ti y para los demás.
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