lunes, 20 de abril de 2015

Aviso de derrumbe

Cansada estoy de decirlo. Va a tener razón este hombre con lo de la sociedad del cansancio. No te jode...
Hoy por hoy vivimos de interpretaciones propias o ajenas, no de hechos, comprendemos sin llegar al fondo -es decir, no comprendemos-, miramos por encima, y me sorprende que haya tantas personas que no sepan que la verdad es dejar de conformarse con las versiones oficiales de uno u otro lado a favor o en contra de "x", con el "esto es -científicamente- así porque la ciencia lo ha dicho y yo lo he leído, ¿lo sabías?", facilitadora variante de "esto es así, chavales" y con las opiniones de tus amigos. Vaya, parece que este "todo es relativo" y "todo esto es normal y claro, esto es así..." se ha convertido en "no existe la verdad", "esto es verdad porque hubo un experimento que...", "mira lo que dice fulano", "esto es demasiado profundo", etc. ¿Qué te molesta exactamente de la profundidad?
Una cosa es el conocimiento, que al final se trata de una vomitona de datos, de información, y otra el saber, que es llegar a la verdad, lo que pasa es que día a día hablo con personas que no saben lo que es la verdad, nunca la han visto... Eso me acojona bastante. Y lo del narcisismo ya es una pena.
Bueno, yo sigo cultivando la semilla para no creerme tan tranquilamente la última novedad de la neurociencia, aunque tengan que pelearse dialécticamente conmigo por ello a causa de mi supuesta soberbia al hablar del big bang o de nuestra naturaleza biológica desde mí misma y no desde una teoría externa, etc... Claro, cuando alguien lo ha demostrado matemáticamente esa opinión merece respeto, la mía es soberbia y debería callarme porque tiene menos valor -aunque en realidad sea la misma opinión, explicada a mi manera-.
Me pregunto quién es más soberbio, el que tiene una opinión ajena y la defiende por no reconocer el valor de la opinión de cualquier ser humano individual o el que tiene una propia y le da su valor por al menos haber tenido la honestidad de cuestionar la de otros y reconocerse por igual la propia, porque, que yo sepa, en el valor de cuestionar desde uno mismo y reconocer este proceso hacia el saber en cualquier ser humano individual está precisamente la actitud científica. Léase, las bondades de la incomprensión.
Y sí, cansa, y hasta duele, y al final acabas hasta los webos, pero prefiero mil veces eso que ser una autómata con una opinión colectiva que no es de nadie.
Agradezco la existencia de seres humanos que siguen pensando desde sí mismos, como Chul Han, al que considero un compañero en este camino.
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Pero hay una gran diferencia entre el saber, que exige reflexión y hondura, y el conocer, que no aporta verdadero saber. “La acumulación de la información no es capaz de generar la verdad. Cuanta más información nos llega, más intrincado nos parece el mundo”.

http://cultura.elpais.com/cultura/2014/03/18/actualidad/1395166957_655811.html

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