lunes, 20 de abril de 2015

Yo no

Lo normal es lo que es frecuente; YO NO...

En la vida no hay cosas normales, como mucho hay cosas frecuentes,

Básicamente, no hagas una norma de todo ello y serás capaz de ver cosas diferentes; las personas no son igual que tú. No hay ningún animal igual a otro, un árbol es ese árbol (esto incluye a los humanos, por supuesto).

Deja de practicar el especismo, es in-humano, es discriminación -también se trata de dejar de practicarlo con tus semejantes, por supuesto; ahí lo dejo. Esto para que se os muevan un poco las categorizaciones de los seres humanos individuales y demás seres individuales que os rodean, que así soléis creer fijas-. Practica la existencia individual, reconociéndola también en todo lo demás. DEJA IR LOS ESTEREOTIPOS, puede ser que los tengas y no creas que estén en ti, deja de resistirte a esa constante de la naturaleza que es el cambio, lo mutable.

La vida nos pertenece como individuos -y con esto, no solo me refiero a mí misma y a mis semejantes, aunque no sean mis amigos, no formen parte de mi círculo social de afinidad, no sean mi pareja o mi familia, porque estas personas con las que comparto mi vida no son un lugar ocupado en mi vida sino individuos concretos con su particular y única conciencia de existencia que no son con respecto a mí y lo que yo percibo de ellos, sino por ellos mismos como todos los demás seres a los que tal vez hayas categorizado también con respecto a ti o tus prejuicios, roles, estereotipos, tus sesgos de falso valor humano, tus atribuciones de parte por el todo y no reconocimiento a la naturaleza humana individual en su total existencia libre sin tus separaciones y fronteras que ignoran de plano todo lo demás, sin tus irrelevantes consideraciones, tus hablo solo de tal, porque en definitiva no es más que una vida que equivale a la tuya. Por supuesto que no me refiero solo a mí y a mis semejantes-.
Lo siento, por lo menos a mí todo esto no me vale, exijo un reconocimiento al ser humano concreto e individual, en lo que va desde la manera de hablar acerca de todas y cada una de las personas hasta el trato mutuo. El "no importa hablar de personas en concreto" a mí no me vale, esa es la prueba de que no estamos hablando de nada ni de nadie. Habla con la mayor precisión que puedas, habla de algo o alguien en concreto y deja de mover la lengua por moverla. Hay maneras de hablar que han llegado a parecerme ciencia ficción, qué pesadas son estas personas que insisten y presuponen en ti sus normalizaciones, sus concepto de lo que es lo normal al hablar contigo, desde un colegueo inquietante. La verdad es que me chupan un pie. ¿Hay algún consenso social en todo esto que me he perdido? ¿Qué les digo...?

Todo esto puede parecer bastante obvio, hasta puede molestar por su evidente perogrullada -¿podéis creer que demasiadas veces lo obvio es lo que más ausente está y de lo que más nos olvidamos?-, pero hay que decirlo de manera constante, con énfasis, dedicación, amor y pasión, para que no se olvide ningún día a ser posible, para que comencemos a ver así el mundo, no con las gafas de no sé qué o no sé cuantos.
Si no vivimos con esta conciencia en nuestro entorno, como sociedad estaremos siempre en la locura, la de un mundo despersonalizado y sin reconocimiento a lo que somos cada uno de manera real; ese mundo en el que nadie en concreto importa porque el siguiente le vendrá a sustituir para que después se vuelva a hacer con él lo mismo. A vosotros, ¿os vale? Y aunque podáis pensar que vosotros tal vez no os veis parte de esa situación, ¿lo querríais para una hija o un hijo?
¿No...? Despertad entonces ahora, porque esto es lo que los siguientes, o vuestras hijas e hijos se van a comer enterito y con patatas si vosotros no os ayudáis a vosotros mismos a convivir y prestar escucha desde la coherencia del reconocimiento.
Y ya pa qué os voy a decir más...


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