miércoles, 8 de abril de 2015

La economía del absurdo

Comprende que si te quedas pensando que esta es la única posibilidad, has renunciado a tu poder natural como ser humano, a tu propia alma individual. A mí esta opción no me vale, no vivas desde ella, encuentra otra. Si me preguntas cómo, te diré que vayas al encuentro, así lo verás. Puedes responderte tú mism@ a la pregunta de qué es el encuentro. -Para mí hay en ello tantos caminos, tantas posibilidades, tanta valía en las personas... ¡Naturalmente! Eso, para mí, es el encuentro y todos podemos ser parte en él-.
No... No renuncies a la libertad que nos hace participar en este mundo, renuncia mejor a ese cinismo facilón que te hace cerrar los ojos para delegar en qué daño hicieron otros o quejarte de lo que pasó, para seguir renunciando a tu poder esencial.
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- Así pues, ¿el futuro que se nos depara es el convertirnos en ciudadanos de bajo coste?

- No lo sé, pero estaría bien que nuestro futuro pase por recuperar la política y nuestra condición de ciudadanos.

- El Homo politicus de Platón. 

- Básicamente, ahora somos consumidores y de ciudadanos tenemos poco. Se trata de recuperar la noción de ciudadanía y, por lo tanto, de gente libre que decide sobre las cosas fundamentales de su vida y que cree un entorno para construir su proyecto de vida. Hay que volver a lo elemental.

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