viernes, 10 de abril de 2015

¿Cómo reconocer a una persona poco humilde?

Hombre... Otra vez me acuerdo de mi primo...
Lo que digo siempre, esto está para los demás y para nosotros también. Hay puntos donde de humildes nada. Todos tenemos de todo, yo creo que la soberbia en un punto está muy bien, si te permite reconocerte a ti mismo cuando alguien te falta al respeto o te quitan la dignidad o ningunean, si te permite brillar con luz propia aunque alrededor tengan que ponerse unas gafas de lo que estás reluciendo. Eso hay que permitírselo, nuestro propio poder, y la humildad no me coartará de ello. No confundamos humildad con pasividad o falta de autoestima y valor propio.
Aquí no se trata de ser muy grande o muy pequeñito, sino de poder apreciarnos a nosotros mismos para poder apreciar a los demás. Y eso no es la hostia o estar en lo más bajo, es algo realista. La palabra apreciar, si lo analizamos, tiene que ver con poder reconocer algo, con poder verlo tal y como es, no super enorme o que pase desapercibido sin que lo veamos, no distorsionándolo. Colócate bien esa lente y no exageres, no hace falta alguna, nadie es tan grande, tan guapo ni tan Oh Super Chachi Molón. Comprende de verdad que son personas como tú y nadie tiene nada que envidiarles ni ante lo que sentirte inferior a "ellos" -entrecomillo porque ellos es un supuesto- ni a cualquier otra persona.
No te preguntes por qué, la vacía ingenuidad que algunos llevan en su interior con estas vaguedades y generalidades de interés 0, me importa un bledo y me hace soltar una ostensible pedorreta; es solo un síntoma de que todavía no han aprendido a apreciar la vida ni a interesarse por cómo son las personas en realidad, más allá de ciertas peculiaridades que parecen percibir de ellas. Simplemente no pueden ser capaces de generar ese interés y esa atención que tienen puesta en todo lo demás hacia ese centro de su propia persona y vida, así se llenan de intereses externos.
No te falta de nada, que lo sepas, simplemente eres como eres y no vas a carecer en ningún momento de lo que no tienes y que pueda tener otra persona, entiende ya, de manera habitual, que tienes tantas cosas como puedas llegar a vislumbrar que tienen todos los demás y que van a ser interesantísimas y bárbaras de verdad si te puedes dar ese lujo de descubrir en ti mismo lo que necesitas ver a través de los demás.
¿Puedes emocionarte de esa manera, entender que tú puedes ser feliz desde tu vida y encontrar la belleza en cada detalle aparentemente insignificante de tu propia vida con tus allegados, en cada reto? Eres una persona diferente, no podrás ver algo peor o mejor que lo que tú eres y piensa que si tú puedes valorar lo feliz que te hace el amor que vives y sientes hacia cualquier cosa que hagas en tu vida, no habrá nada que pueda ser mejor o más bonito que eso que estás viendo todos los días en tu vida particular. No hay intensidad mayor que tu vida y no existe en nadie más que en ti, porque no hay nadie con tu mismo valor, nadie que pueda ser comparado contigo. Existes y vives en lo que valoras de ti mismo y no encontrarías nunca en ninguna parte algo que sea mejor, algo similar a eso; si te esfuerzas en buscar no vas a encontrar tampoco, ni aun dando la vuelta al mundo; no hay nada.
Esta aventura es para ti, ¿hay webos/ovarios, para vivirla...?
Es mi duda existencial, yo también me pregunto si soy capaz!
Quiero!!!
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La humildad nos permite silenciar nuestras virtudes, permitiendo que los demás descubran las suyas.

Clay Newman



1.- Aquellos que carecen de humildad suelen creer que saben todo de todo y escuchan poco y hablan mucho, convirtiendo las supuestas conversaciones en monólogos. Les encanta escucharse.

2.- Confunden la humildad con ser blando y piensan que los demás se aprovecharán de ellos, por lo que están a la defensiva.

3.- Se cierran a su propio proceso evolutivo y, con ello, al cambio, porque consideran que viven en el top de su vida personal y profesional.

4.- Su empatía es pobre y no miden las consecuencias de sus palabras en los demás. Dañan la autoestima de otros, unas veces con intención y otras sin ella, dificultando la conexión con las personas.

5.- Se creen autosuficientes y les cuesta trabajar en equipo. No ven en los demás la suma, sino que molestan o entorpecen su camino.

6.- Suelen moverse por el interés, siempre pensando en los beneficios que les pueden aportar los demás en sus objetivos.

7.- Son poco agradecidas a las aportaciones o ayudas y la restan importancia de esa aportación a sus logros. Así que se atribuyen los éxitos que son trabajados en equipo directa o indirectamente. Interpretan que dar las gracias es ser menos.

8.- Magnifican, por otro lado, sus aportaciones, y guardan constantemente en la recámara la frase “si no fuera por mí…”.

9.- Tapan sus errores, los justifican o hacen responsables a los demás; la cuestión es echar balones fuera. Viven a la defensiva y preparan sus futuros discursos e historias de forma que favorezcan su interés. 

Entonar el mea culpa es algo que sólo harán en una situación extrema o por interés. En ocasiones actúan como si nada hubiera pasado, pensando que el tiempo todo lo cura. Pedir perdón y perdonar es tabú para ellos.

10.- Les cuesta reconocer la valía de los demás e incluso se permiten perjudicarles con tal de mantenerse en su supuesto mundo perfecto. Parecen un yoyó, siempre con su “yo… yo… yo…” al inicio de sus frases.

11.- Ante las correcciones o sugerencias, se ponen a la defensiva o hacen oídos sordos.

12.- No piden opinión para nada porque creen no necesitarla.

13.- Son egocéntricos: creen que todo gira a su alrededor. No tienen en cuenta las circunstancias de los demás, así que su presencia suele incomodar.

14.- Suelen ser orgullosos, prepotentes, vanidosos, inflexibles; discuten, imponen su opinión y necesitan que les den la razón.



Beneficios de la humildad

La humildad te da libertad, tranquilidad; siendo humilde te liberas de la costumbre actual de ser comparado; te permite cuestionar lo que hasta ahora te tomabas al pie de la letra; te otorga capacidad de escucha sin estar a la defensiva; te permite ser mejor persona y dormir tranquilo.

En definitiva, la humildad te permite VIVIR (con mayúsculas) en tu entrono personal, social, laboral y deportivo.

No decimos que no trabajes tus éxitos y tus objetivos y que no te esfuerces para superar tus límites y los compartas por el orgullo personal que te suponen, incluso que los celebres. Pero hazlo siempre con humildad. La humildad es ese freno que permitirá que no descarriles en tu viaje.

No olvides educar en el perdón y la gratitud con el ejemplo, porque son los pilares de la humildad. Reconoce y valora si te piden perdón o te dan las gracias, porque animas a que lo hagan de nuevo.


Si no levantas los ojos, creerás que eres el punto más alto.

Antonio Porchia


http://www.elportaldelhombre.com/ 

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