domingo, 15 de mayo de 2016

El filo de la navaja



Las cosas de las que uno está completamente seguro nunca son verdad. Ésa es la fatalidad de la fe y la lección del romanticismo

Oscar Wilde




Hundidos los cuchillos de la vida en el lugar que una vez dolió
justicia y equilibrio es eso a veces
Pero provida soy y en el origen de la vida camino
no ya en el origen del problema del problema, no puedo
caminar
Agárrate a tu pequeño terreno, me dijo
el médico
una vez
No en el derecho ni en el envés
que eran la misma causa
voy a quedarme
-todo lo reluciente u opaco, se va-
no en el juicio de aquel juicio sin sentido por delante
o por detrás, no...
en el filo afilado de la hoja, en todo
lo que no miente porque vive ahora
aunque no haya espacio aparentemente
aunque parezca que haya nada
aparentemente, aunque todo
esté plenísimo de niebla aún

Aunque me suelten otro perro y otro rollo más
sé bien quién soy, lo que hago y lo que he hecho
aunque me digan que soy mentira y nada y cualquier cosa
Provida...
no he abortado mis propias causas
ni negado mis propias consecuencias, cada día
camino con el mundo a mis hombros
y cuando llega la noche
rodando, montaña abajo, caerá
¡Quiero mi vida!
yo me caliento en mi propio sol
en vez de usar a las gentes para esto

No hay comentarios:

Publicar un comentario