miércoles, 11 de mayo de 2016

Reconciliación del silencio y la vista



Se quejan las citadas damas
De grandes extorsiones, reprobaciones, difamaciones,
Traiciones, ultrajes muy graves,
Falsedades y muchos otros daños
Que, todos los días, reciben de bellacos
Que las culpan, difaman y engañan.

Concluyo que todos los hombres razonables
Deben apreciar, querer, amar, a las mujeres…
A ellas, de quienes todo hombre desciende.

Cristina de Pizán, año 1399



Ha de comprenderse el modo en que una mujer trata la vida
para que un hombre no trate la vida
como ha de tratarse a sí mismo

A veces, se cree el ladrón que todos son de su condición, y puede
no ser con bellaca intención
mas a la estupidez se la comprende y rectifica
y no se la permite germinar en lo que hace posible coexistir
el jardín propio se cuida o muere
y todos formamos parte común de esto
Reelaboro el equilibrio natural de la vida
para que todos sepan de dónde procede
para que se pueda hablar y se pueda ver
en vez de enhebrar un cuento cobarde
para poner en valor las diferencias y no en lucha
y no centrarme en lo que no se puede
para hacer benéficas las distancias
y no centrarnos en lo que no se puede
para que todo pueda cambiar naturalmente
para hacer ver la mentira que fue
y que no existe de veras

Mi labor es el recuerdo de lo que realmente somos, la regeneración
dignifico mi propia humanidad e incluyo todo lo que existe
he dicho sí a la vida y esto
a mí no me da igual ni me produce indiferencia
no apoyo los sistema de convivencia inertes
devuelvo la vida a la vida
sí, he llegado a tiempo para este cambio
y no me pararán el pasado, los tópicos, la historia

Lo merecemos
siempre lo hemos merecido
Todos

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