sábado, 4 de junio de 2016

Lo atemporal


¡Cuan feliz es el hombre inocente sin delito,
el mundo que se olvida del mundo olvidado,
el eterno resplandor de una mente sin recuerdos,
se cumplen las oraciones y se rechazan los deseos...!

Alexander Pope



Por respetar lo que fue tu voluntad he llegado a atarme las manos
-eso sí, no firmé-
pero por amor a lo que es la mía, están legítimamente desatadas
no hablo de qué es mejor o peor
puedo confiar en mí
Incapaz soy de pensar sin pasión
-comprendió la pensadora, que ya lo había intentado todo-
y en el vivir todo se hizo posible
Me extraña lo que he vivido, me pregunto
si tú me reconoces en esos actos circunstanciales
si aquel pasado es lo que sí represento para ti
porque me asombraría locamente que algo así fuera posible, de verdad
me haría mearme en las bragas
Yo te recuerdo desde justo antes de conocerte, como siempre
en ese mismo momento constante
como un continuo dichoso lejano al tumulto mundanal
nunca he sido capaz de verte de otro modo, este
es cada modo que tengo de ver
todo lo imperceptible que de mí existe
Supongo que por eso no puedes verme
aunque me halle delante de ti

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