martes, 28 de junio de 2016

El ritmo - VIII


Me gustan las personas que no son obvias
a las que se les intuye un manantial torrencial por dentro
una ligera vibración, una especie de terremoto emotivo
no necesitan destacar ni hablar alto para sentirse parte
Ese mundo subterráneo es auténtico como el yogur griego
hay elementos que uno solo conoce sutilmente
como colándose
hay corrientes claras que despojan al mundo de añadidos
esas corrientes, las mejores corrientes
siempre suelen quedar ocultas

Otras personas pueden ser turbias y confusas
esas son como soles
esas queman y son suaves como una eterna amplitud
aquí ya me he perdido sin remedio
este tipo de resplandores de siempre han logrado cegarme
porque quien vive tan cerca de la luz no puede advertir la luz que genera
porque quien es un astro que no sabe de su brillo
absorbe toda la oscuridad

Cuando yo sea capaz de ser ese sol por mí
cuando yo haya podido lograrme
entonces, vendrá la luna en esta noche
y la luna verá al sol y no serán opacados los astros
y el sol llamará a la luna, y la luz
ya habrá purificado la penuria del alma
entonces
no habrá necesidad de hacer ninguna pregunta





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