Son mis ilusiones infantiles las que todavía me hacen decir si percibo una fisura en la coraza de un hombre: no todo está perdido, hace falta poco para hacer palpitar a ese corazón detenido.
Elías Canetti
El hombre poco claro no puede hacerse ilusiones: o se engaña a sí mismo, o trata de engañar a otros.
Stendhal
Hacés mal en ilusionarte, yo estoy lejos de todo. Tan lejos que me da asco.
Julio Cortázar
Dije que tenía una sospecha
yo no me creo sin más lo que siento y luego le pongo una etiqueta
que me va resultando como normal pa to
sé que así es como se generan estados de ánimo adormecidos
y se despersonalizan las personas
así que sospeché...
no en vano soy una investigadora de vocación
ahora no tengo una sospecha sino una certeza
y también una incertidumbre
no de que no sea así
sino de que pueda ser de variados modos
y solo sé que ningún modo excluye estos modos
como es natural...
hago excepciones a la normalidad excluyente
falso mi esperanza científicamente
la hago posible y real, real
la mezclo hermosamente con creatividad
y no me muero
porque no me dejo morir
y es feo matar, y más
sin esperanza
por eso dejo que cumpla la muerte falsa
por eso todo cambia de forma, evolución
y es la misma esperanza
la esperanza de que sea
la esperanza de ser
la certeza de la vida que vive
por eso no me he rendido o negado ante el momento de la duda
por eso ha vencido en la tierra mi alma
y me he dejado vencer
la gravedad es la única certeza
la tierra siempre dice la verdad
esa no es la última
sino la primera palabra
ese es nuestro destino
Una opción de dos solo existen ante el peligro en la mente
pero el miedo nunca fue buen consejero
nunca fue un compañero imparcial
no hay solo dos discos posibles
no hay solo una lógica binaria
la vida la elabora el corazón de las cosas que son
y solo a esa magnífica locura obedece
pero muchos la han querido obediente y exacta a sus haberes
como no es por su razón natural
¿qué importa que nadie me creyera
que nadie lo quisiera comprobar empíricamente?
tampoco las mentiras importan realmente a nadie
y no soy yo quien vivo para que me sude un cojón
Mi existir esplendoroso frente a una opinión mediocre más
sin ciencia posible...
está muy claro
He sospechado
he dado razón de la vida
he encontrado la música
mientras dormías tú
y sé que lo que cuenta es eso
y nada más existe
Tu miedo al miedo
es tan solo la mota de polvo de lo despreciable
de esas que se barren cada día
porque la vida, hacendosa, quiere vivir lo que sí es
y no tragar polillas decepcionantes
de aquellas mariposas que se negaron por nada
o romper los cristales de hielo de las lágrimas
que no nos atrevemos a llorar
antes que desmerecer la existencia sangrándonos ante el vulgar fango
de una ya inevitable injusticia propia
Yo relato este momento horripilante con honores
lo aúno con dignidad a la vida hermosa e insospechada, y la vida
me devuelve el milagro que es
hago llorar a la naturaleza
llover al viento
amar al agua
Sé muy bien lo que sí existe
podéis comprobarlo
Yo escribo poemas de sandeces irreales
-resuelvo poemas y no problemas absurdos
porque la resolución es el problema de ese problema-
porque no te das cuenta de vivir ahora
y esta es la prueba de que sí ha sido
y es posible
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